Al concluir la Asamblea Plenaria 2025 de la UISG, recogemos en esta sección los testimonios y reflexiones de varias Superioras Generales sobre los grandes temas que animaron nuestros días de escucha, discernimiento y comunión.

A través de estas entrevistas semanales, deseamos abrir un espacio de escucha y comunión, donde resuene la experiencia de quienes, desde contextos diversos, caminan en clave sinodal al servicio del Evangelio y de la vida consagrada en el mundo de hoy.

Esta semana compartimos las palabras de la Hna. Fátima GODIÑO, Superiora General de las Hermanas Misioneras Franciscanas del Verbo Encarnado, sobre la importancia de vivir el presente, expresar los afectos y centrarse en lo verdaderamente esencial, especialmente en el acompañamiento a los jóvenes.

"Hay dos cosas que me parecen interesantes de este tiempo, sobre todo en el trabajo con los jóvenes: una es la expresión de los afectos y otra es la dimensión de vivir el tiempo presente.

Estas dos podrían ser títulos de dos capítulos, pero creo que nos enseñan mucho, sobre todo a vivir sentándonos en lo esencial. A veces estamos muy proyectadas hacia el futuro. Es verdad que, a veces, la cultura actual pierde un poco la dimensión de la salvación, de la vida eterna. Sin embargo, rescato este aspecto de vivir el presente, de centrarnos en lo esencial.

Y, bueno, también la expresión de los afectos, porque a veces una de las cosas que se nos recrimina a la vida religiosa es precisamente esta dimensión: la dificultad de ser afectivas. Y constato esto, sobre todo, en los jóvenes de hoy".