28/07/2025

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Voces de la Plenaria 2025: La sinodalidad nos da el espacio perfecto

Voces de la Plenaria 2025: "La sinodalidad nos da el espacio perfecto"

 

 

Al concluir la Asamblea Plenaria 2025 de la UISG, recogemos en esta sección los testimonios y reflexiones de algunas Superioras Generales sobre los grandes temas que han animado nuestros días de escucha, discernimiento y comunión.

 

A través de estas entrevistas semanales, deseamos abrir un espacio de escucha y comunión, donde resuene la experiencia de quienes, desde contextos diversos, caminan en clave sinodal al servicio del Evangelio y de la vida consagrada en el mundo de hoy.

 

Esta semana, compartimos las palabras de la Hna. Elva Guadalupe Ruiz Bueno, Superiora General de las Hijas de María Inmaculada de Guadalupe, sobre la Sinodalidad.

 

"La vida consagrada ha acogido el llamado, la invitación del Santo Padre Francisco —que en paz descanse— para vivir la sinodalidad. Y precisamente en nuestras comunidades religiosas tenemos el espacio perfecto para promover la sinodalidad desde el interior de nuestras comunidades, como un medio para crecer en la fraternidad, en la comunicación, y para encauzar nuestros proyectos, nuestros objetivos a nivel local. Y luego también, en una estructura organizacional, para promover —desde el gobierno general y los gobiernos provinciales— esa sintonía.

 

Hemos acogido en la congregación el tomar la "conversación en el Espíritu", el método del Sínodo. Lo empezamos a practicar apenas en la Iglesia de México. Nos lo han propuesto allá, lo bajamos a nivel de gobiernos; ahorita estamos en visita canónica y lo empezamos a promover en las comunidades. Se piensa promover en todas nuestras comunidades de la congregación.

 

Eso sería en cuanto a la dinámica interna. Luego, en nuestros campos de apostolado —a nivel educativo, de salud y misionero— también trabajamos mucho con los laicos. Por eso, es fundamental podernos escuchar, acoger las emociones que el Espíritu Santo pone en el corazón de cada persona y tener el deseo de vivir el Evangelio conforme a nuestra espiritualidad, a nuestro carisma y a las necesidades de la Iglesia, discerniendo juntos las voces del Espíritu.

 

La sinodalidad, claro que se puede vivir de manera muy concreta en este espacio de trabajo con nuestros hermanos laicos —repito— en los diferentes ministerios, para ponernos de acuerdo, para encauzar el hacer el bien, y luego también con nuestros pastores. Estamos en una Iglesia local, y también caminamos en sintonía con los planes pastorales de las respectivas diócesis. Esto también nos da espacio para sentirnos una sola familia, movida bajo un solo Espíritu, que camina para sembrar el bien, para ser peregrinos de esperanza, como también somos invitadas.

 

Es un medio muy concreto. Es un espacio de escucha, de acogida, de apertura, de respeto y de caminar en común como hermanos. No vamos solos, vamos juntos. Nos sabemos juntos, nos sabemos en sintonía, nos sabemos en búsqueda, y este camino sinodal nos da el espacio perfecto.

 

Como vida consagrada, como congregación, estamos en la mejor disposición de hacer todo para vivir este espíritu sinodal."