Al concluir la Asamblea Plenaria 2025 de la UISG, recogemos en esta sección los testimonios y reflexiones de varias Superioras Generales sobre los grandes temas que animaron nuestros días de escucha, discernimiento y comunión.

A través de estas entrevistas semanales, deseamos abrir un espacio de escucha y comunión, donde resuene la experiencia de quienes, desde contextos diversos, caminan en clave sinodal al servicio del Evangelio y de la vida consagrada en el mundo de hoy.
 

Esta semana compartimos las palabras de la Hna. Martha Gabriela Hernández, Superiora General de las Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento, sobre el futuro de la vida religiosa desde la esperanza, la alegría y la confianza en Cristo resucitado.

"La vida religiosa, por supuesto que tiene futuro, porque el futuro de la vida religiosa es el mismo Jesús resucitado de ayer, de hoy y de siempre. Y nosotros seguimos a Cristo. Él es nuestro centro, nuestra razón de ser, por el que queremos que todos le conozcan y le amen, para que sean verdaderamente felices y plenos en esta vida.

En este momento que hemos escuchado a Simona Brambilla, yo me quedé anonadada, me quedé maravillada, porque lo habla desde una experiencia de vida. Nos habló de las semillas, esas semillas sencillas, mansas, humildes, que se entierran y que han dado unos frutos hermosísimos, hasta de martirio por Cristo.

Entonces, la vida religiosa vivida en alegría —que falta tanto a veces en el mundo—, en confianza, como nuestra fundadora, la Beata Madre Marinés: confianza y más confianza. Si vivimos en la confianza, sabemos y percibimos que hay muchos brotes de una nueva primavera. Algo nuevo está naciendo, porque Cristo es siempre nuevo.

Entonces, yo les invito a todos a que estén felices y que transmitan alegría y esperanza, como lo quiere hacer la vida consagrada".