26/11/2025
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Para salvar al mundo Dios se hace humano ¿Habrá otro camino para nosotros?
Para salvar al mundo Dios se hace humano ¿Habrá otro camino para nosotros?
El texto es del P. Carlos del Valle, SVD, publicado en el Boletín UISG 188/2025
1. “Jesús pasó haciendo el bien y sanando” (Hch 10, 38)
Todos conocemos personas buenas, hombres y mujeres de Dios. Son bendición en nuestros ambientes; sus vidas reflejan vida de Dios. Uno no se aleja de una persona buena sin llevarse algo de Dios. Miras a esas personas y sientes ganas de ser mejor. Aprendes evangelio, porque su vida es un comentario al evangelio, una carta de Dios para nosotros. Ahí aparece Jesús en otras palabras que reflejan las suyas, en otras vidas que tocan las nuestras.
Lo importante no es ser buen religioso, sino buena persona. En la vida consagrada también hay personas muy piadosas y muy desagradables. Personas religiosas y egoístas, centradas en sí mismas. Hay personas como el aceite hirviendo: cae una cota de agua y viene la explosión.
El Papa Francisco afirma que el pueblo de Dios se evangeliza a sí mismo (EG 139). Las personas buenas nos están evangelizando. Necesitamos crecer en sensibilidad para acoger evangelio que descubrimos en personas, y no taparlo con nuestras ideas, prejuicios, miedos, insensibilidad. Dice Jacob ante Esaú: “He visto a Dios en el rostro benévolo y complaciente de mi hermano” (Gn 33, 10). Ve el rostro de Dios en el hermano que perdona. Tu vida es el evangelio que más lee la gente a tu alrededor.
El hijo menor de la parábola encuentra vivo lo que no pudo malgastar: la bondad del padre. Lo salva haber sido amado con un amor que nunca perdió. La parábola del samaritano conecta bondad con envío en misión: Vete y haz tú lo mismo. Dar bondad y recibir bondad nos hace vivir contentos. En la misión la persona que no vive contenta no puede ser pastor bueno. Para saber si uno es buen religioso, hay que fijarse en si vive contento, porque cuando uno está contento, hace el bien, es amable y acogedor.
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