15/07/2022

Noticias

Con el corazón en el oído

Con el corazón en el oído

 

Plenaria UISG 2022: este mensaje ha sido escrito por las Hermanas oyentes al final del encuentro de las Superioras Generales en Roma en mayo.

Las invitamos a leerlo y compartirlo con su congregación.

 

Parafraseando la primera carta de san Juan decimos:
Lo que hemos escuchado, lo que nuestros ojos han visto y lo que nuestras manos han tocado, la palabra hecha solidaridad global, este es nuestro mensaje.

 

Nos sentimos honradas y conmovidas por haber sido invitadas a participar de la vigésima segunda asamblea de la UISG que, en continuidad con el pasado, está marcando creativamente el presente y motivando con pasión la visión hacia futuro de la vida religiosa. Teniendo en cuenta la vulnerabilidad en sinodalidad con la Iglesia universal. 

 

Un simple y significativo gesto de brazos abiertos, nos hizo escuchar la melodía del deseo de encontrarnos, de conocernos, de acogernos más allá de las diferentes geografías, idiomas y desafíos de la comunicación. 


Nuestros oídos se alegraron al escuchar la intensidad de los aplausos con los que expresamos profunda gratitud por el servicio de la UISG; nos pusimos de pie en señal de reconocimiento. Hemos pronunciado repetidamente la palabra GRACIAS.  Gracias: nos hemos sentido acompañadas, hemos crecido como personas y como líderes, ampliando nuestros horizontes. Nos sentimos en casa.

 

Hemos escuchado la voz del silencio durante las presentaciones, en las reflexiones personales y en la oración. Hemos escuchado la intensidad y la pasión de lo que se ha expresado y compartido en las dinámicas sinodales de nuestras historias, nuestra realidad, nuestros pensamientos y sentimientos... Como dice el Papa Francisco: hemos creado una cultura del encuentro.

 

Me comprometo a vivir la sinodalidad vulnerable a través del servicio como líder, animándola dentro de la comunidad junto al pueblo de Dios.  

A lo largo de estos días se ha construido un mosaico de significados en torno a las palabras sinodalidad, vulnerabilidad y vida religiosa, que nos lleva a ofrecer una reflexión y una invitación:

 

  • Nuestra vulnerabilidad es profética.  Tenemos que abrazarla como una fuerza, abrirnos a una vida evangélica audaz y creativa al servicio de la humanidad vulnerable, confiando en la gracia que encontramos en el vacío. Esto es la Parrhesia.
  • Estamos en proceso de transformación. Deseamos vivir la comunión en autenticidad y reciprocidad integral en nuestra vida y misión, siguiendo a Cristo que se atrevió a ser vulnerable. Somos elegidas como líderes con nuestra fragilidad, así como con nuestra competencia y autoridad.  
  • Caminando juntos en sinodalidad, nos apropiamos de la historia, de la que no hay una única versión, en procesos de inclusión, diversidad de perspectivas, contextos y culturas. Esto debe vivirse a nivel de liderazgo y también de las comunidades locales y de la Iglesia.
  • Queremos caminar como personas y comunidades hospitalarias, dando tiempo y espacio para la escucha, sabiendo cuándo hablar y cuándo callar, creando y viviendo en la vida cotidiana la espiritualidad de la sabiduría. 
  • Como mujeres en la Iglesia deseamos vivir nuestra vocación como presencia transformadora, dando testimonio de la resistencia paciente pero también de la persistencia y la resistencia. El Misterio Pascual nos recuerda que a través de la respuesta no violenta de Jesús, Dios actúa de manera sorprendente para construir la paz en nuestro mundo.

 

Estos días nos han brindado invitaciones a:

  • Un nuevo estilo y proceso de liderazgo que ejerce la autoridad por medio de la escucha, especialmente a los que no tienen voz dentro y fuera de nuestras comunidades;
  • Un reconocimiento de la realidad del abuso de poder.  Pedimos perdón y fomentamos el diálogo restaurativo entre las personas heridas.  Reconocemos la fuerza y la vulnerabilidad que se encuentran en la reconciliación;
  • Un deseo de caminar juntas como comunidad de pertenencia, con todo el pueblo de Dios, igual en dignidad y diverso en vocación, en un mundo y un planeta sedientos de justicia y paz en la esperanza del Cristo resucitado;
  • Un testimonio de una vida religiosa fresca y gozosa, transformada y transformadora.


Me comprometo a vivir la sinodalidad vulnerable a través del servicio como líder, animándola dentro de la comunidad junto al pueblo de Dios.  

 

Hna. Lia Latela, RMI, Consejera general de las Religiosas de María Inmaculada–Misioneras Claretianas

 

Hna. Maria Cimperman, RSCJ, Profesora asociada de Teología Ética en Catholic Theological Union

 

Hna. Gemma Simmonds, CJ, investigadora sénior en el Instituto Margaret Beaufort Theology en Cambridge

 

Fotos de la Asamblea de la UISG en Roma

None

22/07/2022

Lourdes Hernández

Gracias por compartir este bello mensaje 🙏. Me siento animada a emprender este camino. Muchas gracias 🙏🙏🙏🙏

20/07/2022

Sister Diana De Bruin, OSF Sisters of St Francis of Assisi in St Francis, WI

I definitely can subscribe to these statements. I will open myself to the Spirit's abundant grace and move forward each day! God's grace is enough for my congregation to move into transformation as a congregation.

16/07/2022

Matilda Mwansa

Very inspiring

Noticias relacionadas