19/12/2023

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La peregrinación de María con el Espíritu

La peregrinación de María con el Espíritu

 

El texto de Hna. Shalini Mulackal, PBVM publicado en el Boletín UISG 182/2023

 

Como todos los humanos, María de Nazaret fue un a peregrina en esta tierra. El conocimiento que tenemos de María hoy no solo proviene de lo que está escrito en la Biblia sobre ella, sino también de las reflexiones de fe de los cristianos a lo largo de los siglos, sus devociones y sus experiencias de fe al orar por su intercesión. A medida que la comprensión de Jesús y su misión crecía en las primeras comunidades cristianas, también crecía la comprensión de María y su rol en el plan salvífico de Dios. En este proceso, algunas leyendas, escritos apócrifos, evidencias arqueológicas, la geografía de Palestina y la memoria de María preservada en algunos lugares por los primeros cristianos ayudaron a dar una mejor imagen de María y su camino de fe.


De lo que está escrito sobre ella en las Escrituras, se puede tener una idea bastante clara de la persona de María. Ella se presenta como una mujer de profunda fe en Dios. Como cualquier otra madre, cuidó al niño Jesús hasta su edad adulta. Contribuyó al crecimiento de Jesús. Lo apoyó cuando empezó a caminar, lo enseñó a hablar, a responder, a rezar y a manifestar los signos habituales de amor. Le permitió crecer como persona con libertad. En este proceso, junto a su esposo José, aceptó voluntariamente todas las dificultades que fueron presentándose para proteger a Jesús de todos los peligros. La huida a Egipto con el niño y la búsqueda del hijo perdido en el templo son dos de los momentos de dificultad y ansiedad que ella tuvo que atravesar como madre.


De todos modos, el rol de María no se limitó a ser la madre biológica de Jesús. Ella lo siguió y fue su más fuerte apoyo en la misión hasta que él exhaló su último aliento en la cruz. Así mismo, las pocas escenas que nos presentan los cuatro evangelistas sugieren que María era una persona sensible a las necesidades de los demás. Incluso antes de alguien pidiera ayuda, ella ya se acercaba y los ayudaba. Su visita a su prima ya mayor y su intervención en las bodas de Caná nos permiten tener una visión de una mujer que era sensible a necesidades de los demás y dispuesta a ayudar.


Pero María no caminó sola. Tuvo una compañera durante todo el camino. Ese compañero no es otro que el Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Trinidad. Este artículo es un intento de comprender el camino de peregrinación de María con su compañero del alma, el Espíritu Santo.

10/01/2024

ADELAIDE SOMI

IT IS VERY INTERESTING

23/12/2023

ROSA AMELIA CANICOBA

EXCELENTE MENSAJE!

20/12/2023

Mupoyi Marie Madeleine

Bsr mes soeurs, merci beaucoup pour votre disponibilité.

20/12/2023

Rejeanne Charest

Je fais route avec vs

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