07/12/2022

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Hope in displacement: Hna. Carmen Bandeo, SSpS

Hope in displacement: Hna. Carmen Bandeo, SSpS

 

Presentación de la Hna. Carmen Bandeo, coordenadora del Red Internacional Inmigrantes y Refugiados, durante el evento en línea "Hope In Displacement" organizado por el Servicio Jesuita a Refugiados.

 

Soy Carmen Elisa SSpS, hasta el año pasado estuve en el JRS de Grecia, en estos momentos vivo en Madrid. Cuando me habéis propuesto compartir hoy sobre LA ESPERANZA, CONSTRUYENDO UN MUNDO DONDE NADIE QUEDA AL MARGEN, le pedí a Milagros Sandoval SSpS de mi Congregación, quien vive en Atenas que me ayudará. ¿Por qué? Quisiera explicarlo con un canto que me gusta muchísimo y dice así:

 

LA BELLEZA DE LA TRAMA (de Humberto Pegoraro)

 

Cuantos más hilos se trenzan, más hermoso es el diseño, reflejando los colores que pintan el universo. La belleza de la trama le viene de lo complejo

 

Requiere mucha paciencia hacer un tejido nuevo. Hay que ponerle coraje, bordar gozo y sufrimiento con la fuerza de tus manos, los latidos de tu pecho.

 

Hay que inaugurar talleres donde viva lo diverso, refugios de la esperanza, lugares de nacimiento, donde nadie quede afuera de la fiesta y del encuentro.

 

Remendemos los desgarros que nos va dejando el tiempo. Es hora de ir anudando y juntarse en el intento desatando aquellos nudos que nos fueron sometiendo.

 

No hay tarea más urgente, que tejer junto a mi pueblo las redes de la justicia que nos vayan sosteniendo, hilvanando la utopía con los hilos de sus sueños.

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Este canto si ustedes lo perciben nos va hablando de la vida y la historia como una trama que se teje entre todos, cuya belleza nace de la diversidad. Eso es lo que yo me traje de Atenas, un tejido de rostros, vivencias y aprendizajes que hicieron mas vivaz y colorida la experiencia que hoy puedo ofrecer. Necesitaba dialogar y contrastar lo vivido con alguien y decidí hacerlo con Milagros, que es quien continua mi trabajo allí.

En Atenas, encontré y compartí con mucha gente, hoy quiero centrarme solo las mujeres. Las hay jóvenes, adultas, mayores. Vienen solas o con sus familias. Son solicitantes de asilo, en su mayoría musulmanas. Han recorrido distancias enormes, cruzado muchas fronteras no solo me refiero a las geográficas, están también las socio-culturales (como ser convivir de manera más estrecha con otros varones, cambiar su estilo de vestimenta etc.), las religiosas, al entrar contacto con el mundo cristianizado de Europa; las fronteras económicas: para muchas tener que aprender a vivir en condiciones mas precarias, vivir en las márgenes de una sociedad que no siempre las acepta. 


En España, estoy en el voluntariado del Centro P. Rubio en el sector acogida.  Con el grupo de mujeres. Ellas son en su mayoría mujeres migrantes o en situación irregular. Por lo general buscan trabajo y lo encuentran en el sector del cuidado  del hogar o de ancianos o enfermos. Trabajo oculto, informal, sin cotización, sin derechos, precario
y donde se pueden cometer muchos abusos… muchas veces discriminadas.


Milagros y yo hemos preguntado a las mujeres tanto en Atenas, como en Madrid, ¿cuál es la fuente de su esperanza? ¿Por qué están aquí? ¿Por qué han dejado todo y se han venido? Han respondido: Por la fe, los seres queridos, los sueños e ideales de un futuro mejor y más feliz. Las mujeres católicas dicen Dios y la Virgen me ayudan, me protegen. Las mujeres musulmanas “Inshallah “si Dios lo quiere, en nombre de Dios.

 

Unas y otras lo hacen por sus seres queridos, por sus hijos: cruzar montañas, cruzar el mar, venir a tierras desconocidas para dar una vida mejor a los que aman. Por ellos también estudian para poder ayudarlos a construir un futuro mejor que el que ellas tuvieron. Milagros y yo no olvidaremos el gozo con que nuestras estudiantes en Atenas han recibido el pequeño diploma que acreditaba su participación y superación en los cursos…para muchas fue el primero en su vida.

 

Por personalidad la alegría es parte esencial de mi forma de ser y ver lo positivo del otro, de la situación se me da espontáneamente. Soy de convicciones fuertes y aprendí a luchar por lo que creo, soy perseverante y paciente. 

 

No me ha costado mucho mirar el futuro con esperanza, pero, mi experiencia de Dios ha madurado aquellas características naturales. Dios es alguien vivo y presente en mi vida, quien está acompañándome paso a paso, la seguridad que esto me da ha logrado que, aunque pasen los años y haya desilusiones y fracasos, continue mirando la vida y mis sueños con esperanza.

Y este servicio es el puente, por el que la esperanza de los más desprotegidos y marginados cruza para llegar a concretar sus sueños.
 

Si, al pasar el tiempo aprendí que la esperanza no significa creer que todo irá bien, que todo tiene un final feliz. Sino que todo tiene un sentido, más allá de los resultados… Mi experiencia de Dios, me va mostrando el camino para ir descubriendo ese sentido y nutre mi esperanza.


Creo que el sueño que el padre Arrupe tenia, su docilidad a la voluntad de Dios fue el motor que le impulso. Dios era la fuente de su esperanza. La comunidad que forma el JRS, es la comunión de las esperanzas de todos aquellos que adhieren a este sueño. Y esto da vida y fuerza al servicio que ofrecemos. Y este servicio es el puente, por el que la esperanza de los más desprotegidos y marginados cruza para llegar a concretar sus sueños. JRS, es canal, puente, camino de esperanza.

 

Dice el canto:
Hay que ponerle coraje, bordar gozo y sufrimiento /con la fuerza de tus manos, los latidos de tu pecho. Hay que inaugurar talleres donde viva lo diverso, refugios de la esperanza, lugares de nacimiento.

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Estas mujeres solicitantes de asilo en Atenas, migrantes irregulares en España han puesto coraje al dar el paso que las trajo a estas tierras europeas. Ellas, Milagros y yo hemos bordado nuestra   historia personal con los gozo, alegrías, fracasos y sufrimientos, con nuestra fe y nuestros sueños. Los programas y proyectos del JRS y tantas otras organizaciones que buscan crear espacios donde construir una sociedad más inclusiva son refugios de esperanza, son los caminos que conducen y orientan la esperanza de todos: la de ellos y la nuestra. ¡Donde nadie queda fuera!

¿Los desafíos? Lo dice muy bien el canto:
Remendemos los desgarros que nos va dejando el tiempo. Es hora de ir anudando y juntarse en el intento desatando aquellos nudos que nos fueron sometiendo.


No hay tarea más urgente, que tejer junto a mi pueblo las redes de la justicia que nos vayan sosteniendo, hilvanando la utopía con los hilos de sus sueños.


Todo tiene un sentido en la Historia, Dios presente en ella está tejiendo el futuro: un mundo nuevo donde todos, incluyendo la Creación entera está incluida. Este tiempo de Adviento, este momento histórico es una invitación a continuar tejiendo el sueño de Dios y no desfallecer en nuestra misión de ser canales de esperanza.

 

Ver la grabación del evento:

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